lunes, 13 de noviembre de 2006

Esperanza




Él camina, como todos, en el laberinto, hacia su destino.
Las paredes son de cristal, tal vez por eso ve que la meta está cerca;
siempre puede verla a través de las paredes... a años de distancia.


Adivina buen adivinador: un varón que no eres padre, su padre es excelente, y este varón tiene sensaciones de embarazo y asegura que un hijo lo reprocha, ¿Cómo puede darse esto?



En un libro que estoy leyendo, que trata sobre las emociones, entrega algunas informaciones importantes, o mejor dicho llamativas. Hay ahí aseveraciones como: "Las emociones son hechos consumados" o " En el pensamiento como proceso primario , las asociaciones libres determinan una narrativa; un objeto simboliza a otro, un sentimiento desplaza a otro y lo representa; el todo se condensa en partes. No hay tiempo ni leyes ni causa-efecto. De hecho no existe nada semejante a un NO, cualquier cosa es posible en el proceso primario."


Es increíble el mundo de la emociones, es enorme, sus confines son infinitos, confirma lo que siempre he pensado: no hay que extrañarse por miles de cosas , las posibilidades de que algo ocurra son infinitas y sus conecciones insospechadas. también lo leído me explica todo aquello que tiene que ver con los sueños, aquello a que le vemos la meta. Me surgen mil preguntas en la cabeza sobre hacia donde quiero llevar mi vida. y es ahí entonces en donde comienza mi paternidad y mi embarazo, así lo siento, intelectualmente hablando no es cierto, pero subjetivamente hablando es un hecho.


hay un niño hambriento que me dice a veces que tiene miedo, que no lo lleve hacia donde quiero llegar, y el embarazo pesa; es ahí cuando empieza mi angustia, tenue, serena pero angustia al fin y al cabo. la respuesta que le doy a ese niño , es la misma que me daban mis padres cuando yo era niño y resongaba : "no hay , te lo compro otro día". Yo ahora en cambio cuando no tengo tantas alternativas tengo que limitar esa frase a un simplemente "no hay" nada de te lo compro después, porque las cosas son acá y ahora, después las cosas no sirven, o tal vez no lleguen.


Este padre, a este niño se lo va a tener que llevar llorando de la mano entre la gente, hacia donde el padre decide, hacia donde él piensa que todo será mejor, para que pueda descansar tranquilo, para que no se acerque la miseria y todo lo que eso trae, porque es su querida responsabilidad, porque este padre ama a su hijo, y quiere verlo nacer con la marraqueta bajo el brazo, verlo nacer en cuna de oro, a él y a todos los que tal vez vendrán, y verse nacer a sí mismo al lado de él. porque las emociones y los sentimientos son sagrados, como el padre y el hijo son uno solo.


No hay comentarios: